El litoral reúne todas las variantes que ofrece el mar Mediterráneo. Al norte sobresalen calas solitarias, ocultas por los acantilados, y al sur dominan las playas espaciosas, de arena fina y aguas poco profundas. La Estación Náutica de Sant Carles de la Ràpita les ofrecerá toda clase de deportes y actividades para toda la familia desde Alcanar hasta l’Ametlla de Mar.
El Ebro ha sido un elemento clave para todas las civilizaciones que se han arraigado en este territorio. El paso de estas poblaciones ha dejado un legado histórico y arquitectónico singular y único, dando personalidad y carácter a estas cuatro comarcas. La diversidad cultural se refleja en la variedad de propuestas existentes, como visitar las pinturas rupestres de Ulldecona, declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, el conjunto monumental de la ciudad de Tortosa, los diferentes espacios de la Batalla del Ebro, las bodegas cooperativas de Gandesa y el Pinell de Brai o el Centro Picasso en Horta de Sant Joan.
La riqueza cultural, histórica y festiva del territorio se expresa al máximo en el carácter amable y acogedor de sus gentes y en su cocina, que es un mosaico de la mejor tradición mediterránea en el que destaca el cultivo del arroz en diferentes poblaciones del territorio, como Amposta, pero también la riqueza gastronómica de las variedades de pescado y marisco local y el cultivo de hortalizas, frutas y productos de la tierra, como el vino de la D.O. Terra Alta, el aceite de oliva y la miel, muchos de los cuales disfrutan de certificados que avalan su calidad