Peldaños con historia
Tivissa es un terreno de aventura, cuna de los senderos GR, grandes cordilleras, crestas y roca, una delicia para los senderistas, corredores y escaladores.
Una de las experiencias más divertidas para descubrir rincones impactantes son las vías ferratas, caminos equipados para subir por las paredes de roca con seguridad.
Las vías ferratas de Tivissa, hace más de 10 años que están construidas. Estas tienen diferentes grados de dificultad, pensadas para poder iniciarse en esta técnica y para los expertos poder combinar todas las vías y pasar una jornada inolvidable.
Barranc de la Foig
Un terreno fresco ideal para hacer todo el año
Es una vía ferrata fácil, idónea para iniciarse.
La ascensión sigue el curso seco de un barranco, un terreno fresco ideal para hacer todo el año. Opcionalmente para los expertos, el descenso se puede hacer con rápel.
Salida desde C/ Foig, siguiendo el barranco
Descenso por la Garita (margen izquierdo barranco) o enlace a la Llena (margen derecho barranco)
K2 en seco, K3 en terreno húmedo
Casco, arnés, disipador (opcional cuerda 40 m. para rápel)
580 m. de longitud, desnivel 165 m
Aproximación 10 min, vía ferrata 1 h, retorno 30 min
Tormo de la Margarida
Vistas impactantes
Es una vía más aérea, corta pero con opciones para practicar un nivel más elevado.
Ideal para combinar con la vía del Barranc de la Foig o hacerla al atardecer y disfrutar de una hermosa puesta de sol.
Salida desde el camino de la Llena, encima del campo de futbol
Descenso por el camino de la Llena
K2. Opcional una variante extraplomada K4 de 10 m
Casco, arnés, disipador (opcional cuerda 20 m. para asegurar a variante)
210 m. de longitud, desnivel 85 m
Aproximación 15 min, vía ferrata 30 min, retorno 20 min
La leyenda del Tormo de la Margarida
Historia de un amor imposible
Cuenta la leyenda que Margarida, hija de familia cristiana, y Ben-Alí, de familia sarracena, eran una pareja de enamorados que mantenían su amor en secreto, hasta que la familia de Margarida se enteró y le prohibió reencontrarse con Ben-Alí.
Sin embargo, la pareja continuaba viéndose, pero un día, cuando las puertas del pueblo estaban cerradas, ni uno ni el otro acudieron a su casa. Al día siguiente, después de buscar durante toda la noche, aparecieron sus cuerpos sin vida atados a un pañuelo de seda.
Desde entonces, la montaña donde fueron encontrados se denomina el Tormo de la Margarida.
